lunes, 23 de marzo de 2015

Capítulo 2: Sex friends.




La hora de volver a clase había llegado, junto nuestras pocas ganas de ir. Zayn y Taylor se habían quedado en el parque, ya que no querían volver y no había nadie capaz de convencer a esos dos cabezones. Volvía con Louis y Anastasía, charlaban animadamente y yo andaba distraída, observando a mi alrededor, sin decir palabra, sin tan siquiera enterarme de lo que iba su conversación. 
Rápidamente llegamos al instituto, y nos adentramos en éste arrastrando los pies, suspiré sin ganas. 

-A mi me toca física, ¿y a vosotros?-dije observando las caras de mis dos amigos- 
-Historia-habló Taylor rebuscando en su mochila-
-Química-dijo poniendo los ojos en blancos el ojiazul- 

Sonreí desganada y me despedí de ellos con la mano mientras subía escaleras hacia arriba para llegar al aula que me tocaba. Abrí la puerta y la clase ya había empezado, mierda. Me quedé en el umbral, observando durante unos segundos al profesor, el cual me miraba expectante. No podía ser lo que mis ojos estaban viendo. El sustituto del señor Peter era el muchacho del parque. Por unos segundos noté como el aire de mis pulmones se agotaba, ya que, por el asombro, había dejado de respirar. 

-Señorita-habló el muchacho-llega tarde. 

Sus palabras me hicieron volver en si y me adentré en clase sentándome en mi asiento de siempre, detrás del todo. 

-Me presentaré de nuevo-dijo el que ahora seria mi profesor- soy Harry, Harry Styles. No me llamen ni señor Styles, ni derivados, simplemente Harry-habló observándome- ¿podría decirme como se llama usted?-dijo señalándome con su bolígrafo negro, apoyando sus muslos sobre el filo de la mesa de madera beis- 
-Soy _____(tn) Swan-dije sin más- 
-De acuerdo, señorita Swan-habló acercándose a pasos agigantados hacia mi- saque el libro de la asignatura- apoyó sus manos sobre mi mesa, observaba expectante mi rostro- página 45. 

No dije nada. En otra ocasión me hubiera atrevido a responder algo a la altura de alguien tan grosera como yo, tan solo me quedé retando a sus ojos, mirándolos fijamente. Aparté la mirada de él para posarla sobre mi mochila y abrir esta. Saqué lo necesario y abrí el libro para cruzarme de brazos durante toda la hora. Típico. Harry se dio la vuelta, mirando a la pizarra, dando la espalda así al alumnado, empecé a estudiar su espalda, bajaba lentamente hasta llegar a su trasero, bien puesto, esos vaqueros le hacían un cuerpo exquisito, digno de todo un Dios. ¿Qué edad tendría? no le echo más de veinticinco. ¿Tan joven y ya trabajando?, seguro que tiene algún enchufe con algún pez gordo de la Junta Escular. Esta vez subí la mirada hacia su cabeza, su pelo castaño y rizado era realmente bonito. Me quedé observando cada movimiento que hacia. Estaba jodidamente bueno. A partir de ahora creo que me encantará Física. Nada que ver Harry con el señor Peter, un señor calvo, bajito, sudoroso y rechoncho. 
Las agujas del reloj avanzaban rápidamente, tan solo faltaban cinco minutos para el cambio de hora. Demasiado rápido se me había pasado la hora de hoy. 

-Señoritos, señoritas-habló Harry- la clase a terminado por hoy-habló paseándose por los pequeños pasillos que quedaban entre las mesas. Al llegar al final de mi fila, se quedó observándome con una media sonrisa durante unos segundos, le devolví la mirada fría- 

Que estuviera tan bueno como el pan con chocolate no querría decir que iba a empezar a ser amable con un profesor. 

Cogió su maletín marrón oscuro y salió por la puerta como un rayo, un grupo de chicas se levantó rápido y se unió en grupito. 

-Que bueno está-habló una rubia oxigenada- así cualquiera aprueba la materia. 

Rodé los ojos y me levanté de mi sitio, recogí mis cosas y salí por la puerta sin hablar con nadie. No me llevaba bien con nadie de clase, las chicas me envidiaban y los chicos me devoraban con la mirada.
Busqué alguna cara conocida por los anchos pasillos del instituto, sin respuesta, me senté en un banco a esperar que salieran los chicos de sus respectivas clases. 

-Señorita Swan-una voz reconocible me hizo levantar la vista de donde la tenía enfocada. Y allí estaba, Harry- esta vez le perdonaré el retraso, pero no quiero que vuelva a ocurrir. 
-Claro, Harry-dije sin más. Y se marchó por donde había venido- 

Esta escena me recordó a una película donde la muchacha se enamora perdidamente de su profesor y cada vez que le hablaba ella tartamudeaba, que absurdez. Nunca nadie me había puesto tan nerviosa, bueno, si, Zayn. Cada vez que besaba mi ombligo. Unas ganas inmensas de echar un polvo me invadieron, así que sin más, cogí mi móvil del bolsillo y marqué el número de Zayn. Siempre que nos entraba un calentón nos llamábamos. Es cómodo y fácil tener sexo sin ataduras ni sentimientos. 

-Dime, pecezillo-habló la voz dulce de mi amigo- 
-Zayn, ¿te viene bien ahora?-ese era nuestro código. Tan solo con decir eso nos entendíamos- 
-Para ti, siempre-habló con una voz seductora, y con tan solo escuchar esa frase, con esa voz, me humedecí- ¿dónde estás? 
-En el instituto-suspiré- 
-Sal al kiosko, estoy allí fumándome un cigarro-y colgó- 

Volví a guardar mi móvil en mi bolsillo trasero de mi pantalón y salí disparada por la puerta de salida. Llegué en un santiamén al kiosko y allí estaba Zayn, apoyando sobre un coche blanco fumándose un cigarro. Tal y como había dicho. 

-¿Vamos a mi casa?-habló él pasándome el cigarro por la mitad- está sola, ya sabes, mis padres trabajan. 
-Claro-dije sin más- 

El camino se hizo corto, ya que no vive a más de dos manzanas del instituto. Subimos en ascensor y en silencio, Zayn se acercó rápidamente a mi y me empotró contra la pared, mi espalda resintió un sutil pero agradable dolor por el pequeño golpe, Zayn se acercó a mi todo lo posible, notando así su erección en mi ingle, empecé a mover mi pelvis de manera suave, acompañando el movimiento con unos mordiscos en su cuello. 
Zayn me agarró el trasero con fuerza y lo masajeó fuertemente. 

-Nadie me calienta tanto como tú-susurró antes de comerme la boca. Me besó duro, fuerte, mordisqueando mi labio inferior, su lengua bagó por toda mi cavidad bucal investigando cada rincón de ésta, y yo hice lo mismo, mis movimientos seguían, y él cada vez apretaba más mi trasero. 

De repente, las puertas del ascensor se abren, y Zayn de un salto se aparta de mi, agarrándome así de la muñeca y tirando de mi hasta la puerta de su casa.
Abrió la puerta con decisión y me dejó pasar primera, el me siguió muy de cerca y dio un portazo para cerrar. 

-Desnúdate para mi-me ordenó mientras se sentaba en el sofá-  

Esta era mi parte favorita. Calentar. Calentar hasta que sintiera los huevos doloridos. Saqué el móvil de mi bolsillo y busqué en mi lista de reproducción alguna canción y me encontré con 'Crazy in love' de Beyoncé, pero en versión lenta. La canción comenzó y empecé a bailar lentamente, lo primero que hice fue descalzarme, rápida pero segura. Me di la vuelta, dando la espalda así a Zayn y me agaché de tal manera para dejar mi trasero en pompa. Desabroché el botón de mi pantalón y bajé éste lentamente, moviendo la cintura de lado a lado, dejando ver mi tanga azul celeste. Escuché un suspiro de parte de Zayn y eso me calentó a seguir. Me di la vuelta, observándole, y vi como empezaba a acariciarse. Sus ojos estaban llenos de pasión, y el bulto de su pantalón había crecido bastante. Me quité la camiseta sin dejar de bailar lo más lento que pudiera, juguetee un poco con las tiras de mi sujetador, y me lo quité dejando al descubierto mis senos. Le di la espalda a Zayn para caminar hacia el sillón que quedaba en frente de él, y allí me senté y me quité mi última prenda, el tanga. Se lo lancé juguetona a Zayn, indicándole que quería que empezara a follarme como él sabía. 

-To-tocate para mi-susurró con una ronca y potente voz- 

Con una sonrisa traviesa, me abrí de piernas, dejando totalmente al descubierto mi vagina, me llevé mi dedo corazón y mi dedo anular a mi boca, y los lamí imaginando que era el duro y fibroso pene de Zayn. Cuando dejé de lamerlos acaricié lentamente mis labios, bajando así despacio por mi cuello, pasando por mis clavículas y pasando por mis pechos, allí, me distraje jugueteando con mis pezones, los acariciaba despacio y pellizcaba sutilmente. Volví a humedecer mis dedos corazón y anular, pero esta vez de mi mano derecha, y la llevé directamente hasta donde se encontraba mi clítoris. Y allí empecé a masajear. Zayn no me apartaba el ojo, ni una sola vez, analizaba cada parte de mi cuerpo, y gruñía, gruñía mucho. 

-¡No aguanto más, joder!- gritó desnudándose lo más rápido posible- ponte a cuatro patas. 

Reí, victoriosa y me coloqué tal y como él me dijo. 

Y segundos después sentí como su grueso pene se adentraba en mi cavidad vaginal, solté un pequeño gemido. Se sentía realmente bien. Zayn estiró una de sus manos para manosearme un seno. Jugueteó con la otra mano con mi clítoris. Era una sensación indescriptible. Mis bellos se pusieron de punta y los dedos de mis pies se retorcieron. Estaba apunto de correrme. 

-Zayn...-gemí- me voy a correr... 
-Hazlo-musitó- hazlo para mi-dijo empezando a embestir cada vez más y más rápido- ¡vamos! córrete para mi. 

Y así lo hice. Gemí y chillé todo lo que mis pulmones y cuerdas vocales me dejaron. Zayn sacó su pene de mi vagina y me agarró de la muñeca girándome bruscamente, dándole la cara. Me miró durante unos segundos a mis ojos y bajó la mirada al resto de mi cuerpo, analizándolo. Gruñó de nuevo. Se puso de rodillas, frente a mi, y me abrió las piernas, todo lo que mis huesos me dejaron y se sucumbió allí, comenzó a lamerme el clítoris, en círculos, de arriba a abajo, de lado a lado, todo lo que su maravillosa lengua sabía hacer. Sentí como un escalofrío me recorría los pezones, poniéndolos así, erectos. De nuevo, me corrí. Y chillé, chillé el nombre de Zayn todo lo que duró el victorioso orgasmo.
Esta vez me tocaba a mi, me levanté con una sonrisa traviesa y hice sentar a la fuerza a Zayn en el sillón, me recliné hacia su oído y mordí su ovulo suavemente. 

-Si te corres, avísame-susurré en su oído. Éste solo asintió una vez con la cabeza y se relamió los labios- 

Empecé a besar su tonificado torso, le lamí todo su cuerpo, desde sus pezones, hasta su ombligo, y allí bajé rápidamente hasta su pene, lo cogí con una mano, aun que no era capaz de rodearlo entero. Le soplé la punta y saqué la lengua comenzando a lamer de arriba a abajo todo su fibroso y duro pene. Me lo metí en la boca y empecé a sacarlo y a meterlo, cada vez más rápido. Me lo saqué de la boca y me distraí en sus huevos, los lamí con delicadeza mientras le hacia una paja. 

-____(tn)...-susurró- me corro... 

Al escuchar sus susurros me metí el pene en la boca y lo comencé a chupar como si fuera un helado de Calippo y estuviera en pleno verano. Rápido sin parar. Lo saqué cuando vi que empezaba a tener temblores y echaba la cabeza un poco hacia atrás, poniendo los ojos en blanco, terminé con un paja, y se corrió en mis senos. 

-Dios...-habló Zayn, sudando- eres toda una experta-rió colocándose en el sillón- 
-Tú no te quedas muy atrás-dije observándole- ¿tienes unas toallitas? 
-Claro-se levantó y se dirigió hacia el baño, unos segundos después, volvió con un paquete verde- aquí tienes. 
-Gracias-agarré el paquete y saqué un par de toallitas, con éstas, me limpié los senos- 
-¿Te apetece uno?-habló Zayn enseñándome la bolsita que contenía un cogollo de marihuana- 
-Claro-reí sentándome al lado de él, aún desnudos- 

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